Cornelio y su casa
Los no judíos, esto es, los gentiles, continuaron
viviendo bajo
los preceptos de la ley patriarcal después que fue dada la
Ley de Moisés, el sistema judaico. Cuando Dios en su plan estaba listo para que
el Evangelio fuera a los gentiles, algunos ocho años después de Pentecostés
(Hechos 2), Pedro fue seleccionado para ir a la casa de Cornelio y ahí
proclamar el Evangelio de Cristo (Hechos 10; 11:1- 18). En un sentido real, el
sistema Patriarcal para los gentiles terminó en la casa de Cornelio. Cornelio
era un gentil, un patriarca, adorando en el altar familiar. Él necesitaba saber
que este sistema de religión había terminado y necesitaba obedecer el Evangelio
de Cristo para ser salvo.
Pedro, en esa ocasión le predicó a Cornelio y a su casa, haciendo
esta grande declaración con respecto al Cristianismo: En verdad comprendo que
Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le
teme y hace justicia (Hechos 10:34- 35).
Mas tarde, cuando Pedro visitó a sus hermanos judíos en
Jerusalén los cuales estaban preocupados acerca de su ida a con los gentiles,
les explicó todo “por orden.”
Aprendieron que “la pared intermedia de separación” había
sido derribada y que la salvación debía ofrecerse a todos
los hombres en todas partes con los mismos términos (compárese I Corintios 12:12-13).
De esta manera, Lucas registra:
Entonces, oídas estas cosas, callaron y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida! (Hechos 11:18).
0 comentarios:
Publicar un comentario