sábado, 15 de marzo de 2014

Un Altar Al Dios No Conocido


Escrituras:  Hechos 17:16-31

Propósito:  1. Mostrar que hay gentes que van en busca de Dios, pero no saben quién es.  2.  Mostrar que Dios nos perdonará nuestras creencias erróneas, si nos apartamos de ellas.

Hechos Bíblicos:

Pablo había estado predicando y anunciando a Jesús y sus enseñanzas, junto con Timoteo y Silas en Tesalonica y Berea (Hch. 17:1-10).  En estas ciudades hubo muchos que creyeron (Hch. 17:4-12).  Algunos de los judíos se encelaron o sintieron envidia y causaron tumultos, por lo que los hermanos decidieron enviar a Pablo a Atenas donde esperaría la llegada de Timoteo y Silas (Hch. 17:14-15).  Mientras Pablo esperaba en Atenas, se dió cuenta de la idolatría que existía, o sea de como la gente adoraba a los ídolos y se impacientó tanto que decidió comenzar a enseñar acerca de Dios sin esperar a Timoteo y Silas (Hch. 17:16-18).

Como la gente de Atenas era muy supersticiosa, tenían una gran cantidad de ídolos para adorar.  Y para estar seguros de que no se olvidaban de ninguno, tenían un altar que tenía la siguiente inscripción:  “...AL DIOS NO CONOCIDO...” (Hch. 17:23).  La gente de Atenas no comprendía que solamente había un Dios sino que creían en diversos dioses, los cuales parecían celosos unos de los otros así como de los hombres, que estaban en constante guerra entre sí, en general que eran sujetos a enojo y venganza.  Pero Pablo solamente conocía uno que es bondadoso y quiere a sus criaturas.  Les dijo que Dios no necesita nada de nosotros (Hch. 17:25).  Dios solamente desea que todos los hombres rechazen el pecado y sean salvos (Jn. 3:16; 2 P. 3:9).  El Dios vivo no premia el pecado sino que castiga el mal y destruye el pecado.

Subieron a Pablo a un cerro llamado Areópago, lugar donde se encontraba la Suprema Corte de Atenas y que tenía asientos al aire libre, esto por supuesto facilitaba el que todos los interesados pudieran escuchar lo que Pablo tenía que decir.  Empezó por decirles acerca del DIOS NO CONOCIDO (Hch. 17:23)  Les dijo que Dios había creado este mundo y todas las cosas que en él se encuentran (Hch. 17:24).  Les explicó que Dios no vive en ídolos o imágenes, a las cuales se les tuviera que mostrar reverencia, sino por el contrario Dios es el que da vida a las cosas (Hch. 17:25).  Más adelante Pablo explica que debemos ir en su busca.  Y lo que Dios exige es que toda la gente le obedezca y le honre (Ro. 1:24-25, 28, 32; Ro. 3:23; Ro. 2:12; Ec. 12:13-14).

Pablo dijo:  “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;” (Hch. 17:30).  Esto no quiere decir que Dios acepta la clase de veneración que los atenienses llevaban a cabo (Ro. 1:18-23; I Co. 6:9-10).  Por el contrario Dios hace responsable a los hombres por sus pecados (Ro. 3:23; Ef. 2:1-3).

Anteriormente, Dios no pedía a los gentiles que creyeran en la promesa de que Cristo vendría.  No sabían nada acerca del Mesías.  Pero eso era entonces.  Ahora Jesús ha venido (Gá. 4:4-9).  Ha vivido, ha muerto y resucitó de entre los muertos (Hch. 17:30-31; I Co. 15:3-5).  Ahora todos los hombres deben venir a Dios en el nombre de Jesucristo (Jn. 14:6; Jn. 20:30-31; Hch. 4:12; Mt. 18:20; He. 1:1-3; He. 12:1-2; I Co. 1:10; 2 Ts. 1:6-9).

Aquéllos que no obedecen a Dios, o creen en Jesucristo o siguen sus mandamientos, perderán su alma (Mt. 16:24-27; Jn. 12:47-48; Mr. 16:15-16).  Sus nombres no se encontrarán inscritos en el libro de la vida, sino que serán lanzados al lago de fuego (Ap. 20:12-15).

Todo esto dicho por Pablo interesó mucho a algunos y deseaban oír a Pablo hablar otra vez (Hch. 17:32).  En los días que siguieron algunos creyeron y se convirtieron en discípulos de Cristo (Hch. 17:34).  Pero otros no creyeron ni aceptaron a Jesús.  Después Pablo se fué a Corinto.

Ilustración:

Benito tenía una imágen hecha de barro en su cuarto.  Todos los días, Benito se arrodillaba y rezaba ante ella.  Un día su amigo Marcos, después de haber observado lo que hacía ante la imágen, le preguntó:  “¿Por qué rezas delante de esa imágen?”  Benito le contestó:  “Porque está en representación de mi Dios.”  Marcos le dijo entonces:  “Pero la Biblia dice que Dios no vive en imágenes o ídolos de ninguna clase.  Se nos dice que no debemos pensar en Dios representado en piedra, oro o cualquier creación del hombre.”  Como Benito deseaba hacer lo que la Biblia enseña, se deshizo de la imágen y ahora solamente ora a Dios.

Aplicación:

Había gentes en Atenas que buscaban al Dios no conocido para seguirle, y Pablo fue enviado para predicarles.  Hoy, hay gente en nuestro país, así como en otros países, quienes quieren descubrir a Dios y seguir sus mandamientos.  Debemos seguir el mandamiento de Dios que dice:  “...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mr. 16:15).  Pero antes de ir por todo el mundo debemos aprender a hablarles de Dios y su hijo Jesucristo a nuestros amigos.

Versículo para memorizar

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.”
--Hechos 17:30

Preguntas:

1.      ¿En qué ciudad Pablo esperaba a Timoteo y Silas?  Hch. 17:16

2.      ¿De qué estaba llena la ciudad de Atenas?  Hch. 17:16

3.      ¿Qué fue lo que Pablo les predicaba?  Hch. 17:18

4.      ¿Con qué clase de filósofos se encontró Pablo?  Hch. 17:18

5.      ¿A dónde llevaron a Pablo para que predicara?  Hch. 17:19

6.      ¿Qué dijo Pablo, que observaba en los varones atenienses?  Hch. 17:22

7.      Pablo vió un altar con una inscripción que decía ___________ Hch. 17:23

8.      ¿Quién creó el mundo y todo lo que en él se encuentra?  Hch. 17:24

9.      ¿A quién deben buscar todos los hombres?  Hch. 17:27

¿Podemos ser salvos sin arrepentirnos de nuestros pecados?  Hch. 17:30; Lc. 13:3



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