Escrituras: Pr. 31:10-31; Ef. 5:22-25; Tit. 2:3-5
Propósito: Mostrar
que el Señor ama a la mujer buena que acepta sus responsabilidades de cuidar
de su familia, pero al mismo tiempo no trata de gobernar a la familia.
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Hechos Bíblicos:
Ustedes las jovencitas, ¿han pensado
alguna vez en casarse o quizá en no casarse?
¿Qué creen ustedes se sentiría el ser una madre? Tratemos de investigar
algunas de estas preguntas.
Leemos en el libro de Génesis que Dios
creó a la mujer para el hombre. Las
intenciones de Dios eran de que el hombre y la mujer se casaran y tuvieran
familia (Gn. 2:24). Este es su plan para
mantener la tierra poblada.
El deber del esposo es el de proveer
por su familia, y por esa razón tiene que tener un trabajo. Mientras el trabaja, es el deber de la madre
el de cuidar de la familia y del hogar (Tit. 2:5). La madre tiene muchas responsabilidades y muy importantes. Veamos algunas de ellas.
La madre es la que prepara los
alimentos. (Dibujo #1). Con parte de lo que el padre gana en su
trabajo, la madre compra las cosas del mandado.
Cocina la comida y luego se la sirve a su familia. Se esfuerza en ver que nadie se quede con
hambre. Algunas veces no hay suficiente
dinero para comprar suficiente comida.
Entonces la madre tiene que aprender a sacarle jugo al poquito dinero
que tiene. Algunas veces las madres se
ayudan plantando algunas de las legumbres que comen o árboles frutales (Pr.
31:16).
La madre tiene que ver que los niños
tengan ropa que ponerse. Algunas veces
compra la ropa ya hecha. Otras veces
compra la tela y las cose ella misma. En
algunas ocasiones las madres hasta pueden hilar su propia tela. Cuando el invierno se acerca, ella trata de
prepararse arreglando ropa que ayude a conservar a los niños y al esposo
calientitos durante los días fríos (Pr. 31:21).
Cuando la ropa por el uso se desgarra o descose, la madre la remienda
para que dure más.
Una de las cosas que la madre sabe es
que para que la familia se mantenga saludable, deben mantenerse limpios. Por tanto cuida de que los niños, se bañen
regularmente, y de que cuando su ropita se ensucie, ella la lava. Además la casa la limpia, no importa que la
casa sea grande o pequeña o que los pisos sean de madera o tierra, o que tenga
muchas ventanas o pocas, de todos modos trata de mantenerla limpia (Pr. 31:27).
La madre trabaja mucho. Cuando tiene mucho que hacer, ella es la
primera en levantarse, a veces todavía esta oscuro (Pr. 31:15). Otra veces será la última en acostarse. Si no hay suficiente dinero, algunas madres
hacen ropa o canastas o alguna otra cosa que pueda venderse (Pr. 31:24). Trata de adornar la casa para que se vea agradable
y alegre. La madre es generosa
también. Cuando tiene más ropa o comida
de la que necesita, está dispuesta a compartirla con otros que podrían
necesitarla (Pr. 31:20).
Uno de los trabajos más importantes de
la madre es el de enseñar a sus niños acerca de la palabra de Dios. Les puede leer historias de la Biblia. Y cuando son mayorcitos les puede ayudar a
que lean las historias ellos mismos. Les
enseña a que sean amables unos con los otros, a que se ayuden. Les enseña a sonreír y ser felices. Cuando alguno de ellos hace algo bueno, la
madre lo alaba. Cuando alguno se
lastima, la mamá muestra compasión ayudándolo y secando sus lágrimas.
Siendo un buen ejemplo y enseñando a
sus hijos la forma correcta de vivir, la madre prepara a sus hijos para que
algún día ellos también puedan formar hogares felices. Les enseña a que amen a Dios y que se casen
con alguien que también ame a Dios. De
este modo se pueden asegurar un futuro feliz y sin muchas complicaciones.
¿Cuál es el resultado de la labor de la
madre? El esposo y los niños la amarán
más y más cada día que pasa. Cuando los
hijos hayan crecido y se hayan casado recordarán lo mucho que ella les
ayudó. Y así también serán buenos padres
con sus hijos.
Una buena madre podrá ver a sus hijos
tener éxito y ser felices en cualquier actividad que escojan.
Una buena madre ayudará a fortalecer el
país. Una nación es fuerte si las familias de esa nación son fuertes a su
vez. Una buena madre tiene una buena
familia.
Y lo más importante es que una buena
madre verá como sus hijos se hacen cristianos y colocan a Dios como lo primero
en sus vidas. Así ella les habrá guiado
hacia el cielo.
Ilustración:
Pablo tenía una madre muy buena. Ella era la clase de madre que hacía todo lo
que hemos mencionado en nuestra lección y que leemos en Pr. 31. Un domingo su maestra de la clase de la
Biblia les dijo que irían a visitar un hospicio. Después de la visita Pablo se dio cuenta de
cuan afortunado él era en tener tan buena madre y familia tan feliz. Pablo se sentía tan triste por los pobres
huérfanos que decidió invitar a uno de ellos para que pasara un fin de semana
con su familia. Pablo quería compartir
su mamá y familia con él.
Preguntas:
1. El
deber de una madre es el de conseguirse un trabajo y mantener a sus hijos.
Falso o
Verdadero
Tit. 2:5
2.
Se espera de la buena madre el que trabaje solamente en el período de
entre la salida y puesta del sol. Pr.
31:15
Falso o
Verdadero
3.
La mujer en Pr. 31:16 ahorró suficiente dinero para comprar un campo
donde planta _______________.
4.
La madre en Pr. 31:24 hizo lo siguiente para vender
(a) telas
(b) canastas (c)
piñatas
5.
Una buena madre dedica todo su tiempo a su familia. Pr. 31:20
Falso o
Verdadero
6.
La madre en Pr. 31:21 estaba preparada ¿Para que estación del año? (a) verano
(b) otoño (c)
invierno (d) primavera
7.
Una buena madre habla con ___________. Pr. 31:26
8.
Los hijos de una buena madre la llamarán __________. Pr. 31:28
9.
¿Quién es la cabeza de la familia?
Ef. 5:24
descarga este documento aquí ¿Qué es una madre?
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