miércoles, 29 de abril de 2015

OBEDECER AL EVANGELIO

Introducción:
A. 2 Tesalonicenses 1:7-9Porque, es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder …”
B. Este texto enseña claramente que los que no obedecen al evangelio de Cristo “sufrirán pena de eterna perdición”. No es lenguaje figurado. No es exageración. Es una sencilla afirmación pero millones no la creen y no la hacen caso.
C. 1 Pedro 1:22, “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro…” Pedro afirma enfáticamente que la obediencia a la verdad (el evangelio) es necesaria para purificar el alma (recibir el perdón de Dios).
I. LA SUPUESTA SALVACIÓN POR LA “FE SOLA”.
A. Esta es la creencia más popular del mundo “evangélico”, y es FALSA.
B. Muchos textos dicen que la fe salva, pero no hay texto bíblico que diga que somos salvos por la fe SOLA. La enseñanza de “salvación por fe sola” es falsa doctrina. Es enfáticamente negada por Santiago 2:24, “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”. Algunos tuercen este texto diciendo que Santiago no se refiere a la justificación por Dios sino por los hombres. ¿Abraham y Rahab no eran justificados por Dios sino solamente por los hombres?
Con su “explicación” errónea de este texto tuercen las Escrituras (2 Pedro 3:16) y engañan a muchos.
C. El texto más conocido y popular es Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. La palabra “cree” abarca la obediencia (el arrepentimiento, la confesión de fe y el bautismo, v. 3-5). Juan 5:25 dice, “Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán”. Según este versículo el único requisito para ser salvo es oír la voz del Hijo de Dios. Entonces, ¿uno no tiene que creer? Los que enseñan que Jn. 3:16 enseña la salvación por la “fe sola” están obligados a enseñar que Jn. 5:25 enseña que la salvación es por el “oír solo”.
D. A los debatistas sectarios les gusta afirmar que hay cien textos que dicen que la fe salva, pero no quieren admitir que ninguno de esos muchos textos dice que somos salvos por la FE SOLA. ¡Ni un solo texto! Claro que sí, la fe salva pero la fe que salva es la fe obediente. Lea Hebreos 11, cada ejemplo de fe en este capítulo es ejemplo de lafe obediente.
E. Citan Lucas 8:50, cuando murió la hija de Jairo Jesús le dijo, “No temas; cree solamente, y será salva”. La Biblia de las América traduce correctamente la palabra sozo; dice “sanada”. Este verbo se puede traducir “salvar” o “sanar” (véase Diccionario de W. E. Vine), y obviamente en este texto debe ser “sanada” porque no tiene nada que ver con salvación sino con sanar (liberar de la muerte) a una niña.
F. Otro texto muy citado es Hechos 16:30, 31, “y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. Este es uno de los muchos textos que enseñan que para ser salvo uno debe creer en Cristo. Claro que sí, pero ¿este carcelero no tenía que arrepentirse? ¿Qué clase de conversión o de salvación excluyan el arrepentimiento? ¿No confesó su fe? (Mateo 10:32, 33; Juan 10:42; Hechos 8:37). ¿Puede uno ser salvo sin confesar a Cristo?
Y si uno tiene que arrepentirse y confesar a Cristo para ser salvo, entonces obviamente no le salva la “fe sola”. No les gusta a los pastores citar el resto de este texto (Hechos 16:32-34) porque no quieren explicar por qué el carcelero y su casa fueron bautizados “en aquella misma hora de la noche” (media noche, v. 25). ¿Cuántos pastores evangélicos bautizan a media noche? Muchos no practican el bautismo nunca, mucho menos a media noche.
¿Por qué Pablo y Silas los bautizaron a media noche? Porque el bautismo es “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38). Jesús dice, “El que creyere y fuere bautizado será salvo”; por eso, el carcelero y su casa querían ser salvos en ese mismo momento y, por eso, fueron bautizados en ese momento.
Los que enseñan el llamado “bautizo infantil” enseñan que en “la casa” del carcelero seguramente había infantes pero lea el texto: v. 34, “se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”. Obvia y razonablemente los que fueron bautizados habían “creído” y eso excluye a los infantes. Hay que ser sinceros con las Escrituras y no torcerlas.
II. “RECIBIR A CRISTO EN SU CORAZÓN”
A. ¿Cuántas veces ha escuchado esta expresión? Es el “plan de salvación” predicado por muchos pastores y evangelistas, pero ¿dónde se encuentra esta expresión en la Biblia?
B. Es otra enseñanza que contradice el plan de salvación revelada en las Escrituras.
C. Revise los casos de conversión en Hechos de los Apóstoles. ¿A cuál de ellos dijo algún apóstol, “Reciba a Cristo en su corazón”? No hay tal caso. Es doctrina humana. Mat. 15:9, Jesús dice, “En vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”.
D. Desde luego, recibimos a Cristo en el corazón pero ¿cuándo, cómo? Cuando obedecemos al evangelio para recibir el perdón de pecados.
III. MUCHOS CONFÍAN EN SIMPLEMENTE SER “BUENA GENTE”.
A. Creen que no es posible que sean condenados al infierno porque no son malas personas (criminales, borrachos, maldicientes, ladrones, etc.). Entonces, ¿Cristo no murió por los tales? Si tales personas no necesitan salvación es porque no han pecado, pero Romanos 3:23 dice que “todos pecaron” y si todos pecaron, todos necesitan salvación (el perdón de Dios).
B. Hechos 10 y 11 habla de un Centurión Romano que era muy buen hombre. Hechos 10:2 dice que él era “piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre”. También el v. 22, “varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos”.
Si la “buena gente” no necesita obedecer al evangelio, seguramente no había necesidad de que este hombre lo hiciera, pero lea el v. 48, “mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús” y recuerde que el bautismo es para “perdón de pecados”.
IV. NO SALVA LA “ORACIÓN DE PECADOR”.
A. Este es otro plan de salvación muy popular. ¿Quién no ha escuchado esto de labios de pastores y televangelistas? Suena muy bonito a oídos de mucha gente. Es un plan muy sencillo, muy fácil, pero el problema es que no es bíblico.
B. Se basa este concepto en Lucas 18:10-14, la parábola del fariseo y el publicano. “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.(A)
Desde luego, esta parábola enseña la humildad e incluye la contrición por los pecados y el arrepentimiento, pero no enseña que, por eso, nosotros no tenemos que obedecer al evangelio. Es cierto que esta parábola no dice nada del bautismo pero tampoco habla de creer en Cristo ni mucho menos de confesarle. Esta parábola tiene que ver con los judíos que vivían bajo la ley de Moisés. Jesús todavía no había muerto en la cruz y no había dado a los apóstoles los mandamientos de la “Gran Comisión” de ir y predicar el evangelio a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. (Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-20; Lucas 24:47-49). Por eso, la oración del publicano no es el plan de salvación para nosotros.
C . LADRÓN EN LA CRUZ. Conviene mencionar también el caso del “ladrón en la cruz” que es el ejemplo principal de los que niegan la importancia del bautismo para perdón de pecados. ¡Cuántos evangélicos hablan de este hombre como ejemplo para nosotros de no tener que obedecer al evangelio! Pero 2 Timoteo 2:15 dice que debemos usar bien la Palabra. En esos momentos Jesús estaba clavando la ley de Moisés a la cruz (Colosenses 2:14) pero todavía no había dado el mandamiento de la Gran Comisión que se aplica a todos los que vivimos después de la resurrección de Cristo. En el día de Pentecostés (Hechos 2) los apóstoles comenzaron a predicar lo que Jesús les había mandado (Mateo 28:19; Hechos 1:2; Hechos 2:4, 36-38).
V. NO ESTAMOS BAJO LA LEY DE MOISÉS.
A. Recuerde que las personas que fueron perdonadas por Jesús durante su ministerio personal (Marcos 2:5; Lucas 7:48) vivieron bajo la ley de Moisés y todavía no estaba de vigencia el mandamiento de la Gran Comisión (Mateo 28:19; Marcos 16:15, 16). Nosotros no vivimos bajo la ley de Moisés.
B. Esa ley terminó cuando terminó el sacerdocio levítico. Hebreos 7:11, 12, “Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley…”
BAJO EL SACERDOCIO LEVITICO EL PUEBLO RECIBIÓ LA LEY DE MOISÉS. Dice La Biblia de las Américas: “sobre esa base recibió el pueblo la ley”. Esto significa que el sacerdocio levítico era el fundamento de la ley. Con ese sacerdocio la ley estaba de pie o cayó. En esto vemos claramente que cuando hubo cambio del sacerdocio era necesario que hubiera cambio de ley.
¿Cómo puede una afirmación ser más clara y entendible? Ya existió el sacerdocio levítico cuando Dios entregó la ley a Moisés y era “la base” de la ley; es decir, Dios dio el sacerdocio levítico a los israelitas y luego impuso sobre ellos varias leyes con respecto a ese sacerdocio. Esto significa que la ley fue agregada al sacerdocio levítico y, por eso, era parte del sacerdocio levítico y, por eso, inseparable del sacerdocio levítico.(La repetición es para énfasis). El sacerdocio levítico y la ley de Moisés eran mutuamente dependientes la una cosa de la otra; por eso, la ley de Moisés simple y sencillamente no podía seguir de pie (de vigencia) cuando el sacerdocio levítico fue quitado.
C. Entonces, han caído en error inexcusable los que imponen la ley de Moisés en tales doctrinas y prácticas como la guarda del sábado, el diezmo, el uso del incienso e instrumentos de música en el culto, el prohibir ciertos alimentos, el esperar un reino terrenal, y el enseñar que “estamos bien con tal que guardemos los 10 mandamientos”, etc. porque todos aceptan y enseñan que el sacerdocio levítico ya se quitó, que no funciona. Entonces automáticamente están admitiendo que la ley de Moisés ya fue quitada también. Lo dice enfáticamente Hebreos 7:11, 12.
VI. LOS CASOS DE CONVERSIÓN QUE SON EJEMPLOS PARA NOSOTROS.
Obsérvese que oyeron el evangelio, creyeron, se arrepintieron de sus pecados, confesaron a Cristo y fueron bautizados para el perdón de pecados. No se mencionan todos estos actos en cada caso, pero “la suma de tu palabra es verdad” (Sal. 119:160).
A. Conversión de los 3000. Hechos 2:36-47, el apóstol Pedro predicó el evangelio a los judíos en el día de Pentecostés, afirmando que Cristo era “Señor y Cristo” y explicando lo que tenían que hacer para obtener el perdón de Dios: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (v.38) y “los que recibieron su palabra fueron bautizados”. (v. 47), “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
B. Conversión de los samaritanos. Hechos 8:12, “cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”.
C. Conversión del etíope. Hechos 8:36-38, “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó”.
D. Conversión de Saulo de Tarso (Pablo). Hechos 9:18; 22:16, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.”
E. Conversión de Cornelio. Hechos 10:48, “Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús”.
F. Conversión de Lidia. Hechos 16:15, “fue bautizada, y su familia”.
G. Conversión del carcelero de Filipos. Hechos 16:30-34, “les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios”.
H. Conversión de los corintios. Hechos 18:8, “y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”.
I. Conversión de los efesios. Hechos 19:5, “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús”.
J. OJO: No damos más importancia al bautismo que lo necesario, sino que citamos estos textos para exponer la falsedad de los pastores y evangelistas que enseñan que el bautismo no es necesario para ser salvo.
Conclusión:
A. ¿Por qué tantos pastores y evangelistas no predican el sencillo plan de salvación mandado por Cristo y llevado a cabo por los apóstoles? ¿Por qué predican la supuesta salvación por “fe sola”, o por orar la “oración de pecador” o “recibir a Cristo en su corazón”, u otra doctrina de los hombres (Mateo 15:9)?
B. El problema principal es la falsa doctrina del “pecado original”, pecado supuestamente heredado de Adán. Por eso, según esa falsa doctrina todo está en manos de Dios. El hombre solamente cree y muchos enseñan que Dios le da la fe porque insisten en que Dios es Soberano y el hombre no hace nada, que ni siquiera tiene libre albedrío.
C. El llamado “pecado original” es mentira del diablo. Con esta mentira Satanás engaña a millones y evita que obedezcan al evangelio de Cristo.
D. Pero desde Génesis hasta Apocalipsis la Biblia enseña que el hombre es responsable. Dios requiere y bendice la obediencia y castiga la desobediencia. Cristo dice (Mateo 7:21), “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” y en los versículos que siguen Cristo enseña que los que no obedecen las enseñanzas de Él son como el hombre insensato (v. 26) que edificó su casa sobre la arena. ¡Cristo Mismo dice que los que no obedecen su enseñanza son insensatos!
E. 1 Pedro 4:17 hace la pregunta: “¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” Pablo contesta (2 Tesalonicenses 1:7-9, “cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder”.

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