LECCIÓN 5
COMPRENSIÓN DEL NUEVO TESTAMENTO
Muchos de nosotros tomamos nuestra Biblia, y leemos al azar un capitulo
aquí y otro allá, y luego la dejamos a un lado. Con ciertos intervalos
repetimos el procedimiento por años; y luego nos preguntamos: ¿por qué sabemos
tan poco de la Biblia? Nos sentimos inclinados entonces a decir que la Biblia
es un misterio inexplicable. En la presente lección deseamos dar algunas reglas
que ayudarán al estudiante a comprender su Nuevo Testamento.
Sabemos que vivimos ahora regidos por el Nuevo Pacto, según se revela en
el Nuevo Testamento. El Antiguo Pacto, contenido en la ley de Moisés, ha sido
anulado. En realidad, esta ley fue dada por la mano de Jehová y contenía
mandamientos divinos. Se dio para que fuera guardada por el pueblo israelita;
nunca estuvo destinada para los gentiles. En segundo lugar, ese Antiguo Pacto
no contuvo nunca un plan de salvación, ni siquiera para los mismos judíos,
mucho menos para los que no lo son. Los sacrificios que se hacían según el
Antiguo Pacto, no podían borrar los pecados de los hombres. Este pacto, dado a
los judíos, era más bien una especie de "maestro para dirigirnos hacia
Cristo". Jesús lo anuló con su sacrificio en la cruz.
Vivimos ahora bajo el Nuevo Pacto. En Hebreos 10.10, el autor dice: "En
esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre".
Es muy cierto que Dios en muchas ocasiones y de diversas maneras habló a
nuestros padres por medio de los profetas. Asimismo, es cierto que nos ha
hablado a nosotros por medio de su Hijo, Jesucristo.
Está bien leer el Antiguo Testamento. Debe estudiarse para recibir el
beneficio de las experiencias de las miles de personas que vivieron bajo la ley
del Antiguo Pacto, sirviendo a Dios bajo tal sistema. Sin embargo, ninguno de
nosotros debe acudir al Antiguo Testamento para justificar prácticas religiosas
antiguas que no aplican a nosotros.
Nuestro Nuevo Testamento principia con el libro de Mateo. Termina con el
libro de Apocalipsis o Revelación. Estos 27 libros se dividen en cuatro divisiones
antes de que podamos comprender lo que leemos en el Nuevo Testamento. Las
cuales divisiones a que nos referimos son las siguientes:
la división: Está
formada por los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
2a. división: Es
el libro de los Hechos o Actos.
3a. división: Las
cartas o epístolas escritas a los cristianos.
4a. división: El
libro de Apocalipsis o Revelación.
Estudiemos estas divisiones separadamente. Los libros de Mateo, Marcos,
Lucas y Juan son descripciones de la vida de Jesús. En términos generales,
puede decirse que principian con su nacimiento y terminan con su muerte y su
resurrección. A estos cuatro libros se les llama a veces los Evangelios
paralelos, porque registran los mismos eventos y el mismo periodo de tiempo,
desde cuatro distintos puntos de vista. Estos cuatro libros cubren los últimos
treinta y tres años de vigencia de la ley de Moisés. Esta ley terminó en la
cruz. Jesús vivió toda su vida antes de la cruz, por lo tanto, nació y murió
como un judío, bajo la ley de Moisés. El mismo dijo: "No he
venido para abrogar, sino cumplir (la ley)" (Mateo
5.17).
Muy a menudo, al estudiar el Nuevo Testamento, cometemos el error de
aplicar los libros de los Evangelios a la iglesia cristiana del Nuevo
Testamento. Estos cuatro libros describen un periodo de tiempo anterior al
principio de la iglesia cristiana. La iglesia no podía principiar sino hasta
después de la muerte de Cristo. Empezó en el día de Pentecostés.
Jesús adoraba en día sábado. Hacia esto porque como hombre, estaba
sujeto al Antiguo Pacto, pues vivió cuando esa ley estaba en vigencia, y era
una prescripción de esa ley que se adorara en sábado. Muy a menudo solemos
confundir lo que pertenecía a la Antigua Ley con lo que corresponde a la Nueva
Ley, precisamente porque pasamos por alto que Mateo, Marcos, Lucas y Juan
describen un período de tiempo que era anterior a la cruz.
Estos cuatro libros deben ser tomados como lo que son: relatos de hechos
que ocurrieron. Son el relato de hechos acerca de Dios y del Señor Jesucristo;
son hechos sobre el amor, la misericordia y la gracia de Dios; relatan
acontecimientos que se refieren a la vida de Jesús, sus enseñanzas, su muerte y
su resurrección. El propósito de estos libros es el establecimiento de la fe.
Son sucesos dignos de crédito. El estudiante debe tener siempre muy presente
que la primera división del Nuevo Testamento, compuesta por los libros ya
enumerados de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, está destinada para el
establecimiento de la fe.
Llegamos a la segunda división del Nuevo Testamento: el libro de los
Hechos de los Apóstoles. Jesús había dado a los apóstoles la comisión de ir por
todo el mundo y hacer discípulos en todas las naciones. En el libro de Hechos
de los Apóstoles, encontramos la descripción de la acción tomada por los mismos
apóstoles cuando salieron bajo esa gran comisión encomendada por Cristo. El
libro de los Hechos constituye una división por si solo. Contiene los
mandamientos del Señor, mediante los cuales podemos obtener el acceso a la
gracia de Dios. Este libro de los Hechos es la descripción del establecimiento
de la iglesia. Puede decirse que contiene el procedimiento para la conversión
cristiana. En el capítulo segundo; en el octavo; en el noveno; en el
décimosexto y el décimoctavo, podemos encontrar las descripciones detalladas
que fueron dadas para convertir a una persona. Todos los mandamientos de Dios
acerca de la obediencia principal al Evangelio están contenidos totalmente en
este libro de los Hechos.
Es necesario enfatizar que los hechos son narrados para ser obedecidos.
No tiene ningún caso dar una orden, si no se espera que ésta sea obedecida. En
la misma forma en que la primera división del Nuevo Testamento (los libros de
Mateo, Marcos, Lucas y Juan) está destinada a producir la fe, esta segunda
división (los Hechos) está destinada a producir la obediencia de los
cristianos. Por lo tanto, una persona se hace cristiana mediante la base de fe
producida por los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y la obediencia a los
mandamientos contenidos en el libro de los Hechos.
Llegamos ahora a la tercera división del Nuevo Testamento. Se compone de
las cartas o epístolas escritas a personas que ya eran salvas, principiando con
los Romanos y terminando con Judas. En esta división, destinada especialmente a
los cristianos, encontramos las instrucciones para vivir una vida cristiana. En
la misma forma que las dos primeras divisiones están destinadas a convertir a
los individuos en cristianos, esta tercera división tiene el propósito de
enseñar a los cristianos cómo deben vivir. Si alguien desea saber lo que se
requiere de él como cristiano, que lea las cartas escritas a los cristianos, en
las cuales se establecen las enseñanzas básicas del cristianismo. Si se desea
saber cómo hay que adorar en forma correcta a Dios, se debe leer las
instrucciones dadas a los cristianos acerca de la forma aceptable de adoración
a Dios.
Por último, llegamos a la cuarta división del Nuevo Testamento. Es el
libro de Apocalipsis o Revelación, que en sí mismo es una división también. En
ella, el anciano apóstol Juan, desterrado en la isla de Patmos, vio los cielos
abiertos y pudo mirar las cosas que los redimidos podrán experimentar algún
día, cuando lleguen a estar con Dios.
Cuando estas cuatro divisiones se toman en conjunto, constituyen la ley
perfecta de libertad. Pablo reconoció esta división ordenada, mando escribió a
Timoteo; "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar (para producir fe), para redargüir, para corregir (para
producir obediencia), para instruir en justicia (tercera
división), a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (cuarta
división),enteramente preparado para toda buena obra" (2
Timoteo 3.16 y 17).
Jesús tuvo el mismo pensamiento, cuando dijo: "Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones(producir fe), bautizándolos (segunda
división) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado (tercera
división); y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo" (Mateo 28:19-20).
PRUEBA DE LA LECCIÓN 5
Pregunta Número:
1. ¿Cuántas divisiones naturales hay en el Nuevo Testamento?
2. ¿Vivimos regidos por cuál pacto?
3. ¿Cuándo terminó el Antiguo Pacto?
4. ¿Cuáles libros forman la primera división del Nuevo Testamento?
5. La segunda división, Hechos, contiene los mandamientos del Señor.
¿Sí? ¿No?
6. La instrucción para la vida del cristiano viene en la segunda
división. ¿Sí? ¿No?
7. ¿En qué división vio el Apóstol Juan los cielos abiertos?
8. ¿Encontramos ejemplos detallados de conversiones en qué libro?
9. Jesús vivió sujeto a la ley de los profetas. ¿Sí? ¿No?
10. El ladrón que murió en la cruz vivió bajo la ley de Moisés. ¿Sí?
¿No?
11. ¿Dónde dice la Biblia: "Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarqüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra"?
12. ¿Dónde dice la Biblia: "Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo"?
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