sábado, 15 de marzo de 2014

Pablo enfrente del tribuno


Escrituras: Hechos capítulos 22 y 26
Objetos:

1.   El enseñar que Pablo siguió teniendo dificultades, pero que a pesar de todo él siguió predicando el evangelio siempre que podía.
2.   El aprender que nosotros debemos de seguir el ejemplo de Pablo.
1

La historia:

      Hemos estado estudiando muchas cosas acerca de Pablo en nuestras lecciones, ¿Verdad? ¿Recuerda usted quién era Pablo? Ahora, en la última lección, va a aprender que algunos de los cristianos amigos de Pablo, no querían que él fuera a Jerusalén. Porqué no querían que fuera a Jerusalén, pues bien, era porque ellos sabían que iban a poner a Pablo en la cárcel y a lo mejor hasta lo iban a matar.

      Pues bien, cuando Pablo llegó a Jerusalén unos de los judíos alborotaron a la multitud que estaba oyendo a Pablo. Estos rodearon a Pablo y lo querían matar, pero los soldados vinieron a salvar a Pablo de la gente y se lo llevaron a la cárcel. Cuando se lo llevaban a la cárcel Pablo les preguntó que lo dejaran hablarle a la gente.

      Pablo salió y les hizo una señal con la mano a todos para que se callaran, y cuando se callaron Pablo les habló en su idioma, y todos lo escucharon. Pablo les contó como él había visto una luz muy brillante y que él se había caído al suelo ciego. ¿Se acuerda de este cuento? Les dijo que él había oído una voz que le había dicho:.. Yo soy Jesús Nazaret." (Hch. 22:8) Les dijo lo que Jesús le había dicho qué hiciera, y como él le obedeció inmediatamente y se había bautizado Y después de que se bautizó él empezó a enseñarles a otras personas acerca de Jesucristo. Les dijo que se arrepintieran de lo malo que habían hecho y que se bautizaran. ¿Y sabe lo que hizo esta gente? Todos dijeron, "Mátenlo" Si, querían matar a Pablo nada más porque les habló de nuestro Señor Jesucristo.

      Así que los soldados se llevaron a Pablo adentro de la cárcel y lo iban a golpear. Pablo les dijo que él era romano y era contra la ley el golpear a un romano antes de que el juez oyera la queja que tenían contra él. Así que el próximo día lo llevaron ante el tribuno (o juez) y el juez llamó a dos grupos de judíos (unos eran saduceos y otros fariseos), y todos ellos iban a juzgar a Pablo.

      Pablo entonces les dijo que él era un fariseo también, y les habló de las cosas en que los fariseos creían. Y los fariseos y los saduceos empezaron a discutir y a pelearse. Y los fariseos dijeron que ellos no tenían nada en contra de Pablo porque no había hecho nada malo. Y se lo llevaron a la cárcel y lo dejaron ahí toda la noche. "A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo pues como has testificado de mi en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma." (Hch. 23:11). Así que Pablo sabía que no lo iban a matar en Jerusalén porque Dios quería que fuera a otra ciudad llamada Roma. Y ahí había una banda de judíos que querían matarlo.

      Cuando los soldados oyeron que querían matar a Pablo, se lo llevaron a otra ciudad llamada Cesarea y le mandaron una carta al gobernador Félix contándole acerca de Pablo. Cuando llegaron a Cesarea, Félix le dijo a Pablo que le hablara acerca de esta fe que él tenía y por la que había hecho que tanta gente se enojara con él. Y Pablo le empezó a predicar el evangelio de nuestro Señor, Jesucristo, a Félix.

      Después de un rato, Félix le dijo a Pablo que se fuera y lo dejara solo hasta que él lo llamara otra vez. Y mandó a Pablo a la cárcel hasta que él lo llamara otra ex. Félix dejó a Pablo en la cárcel por dos años.

            Después hubo un gobernador nuevo llamado Festo. Festo quería que Pablo fuera a Jerusalén a que el juez oyera su queja. Pablo le dijo que él quería ver al César que era el jefe más grande que tenían en Roma (como una especie de presidente). Pasados algunos días, el rey Agripa vino a Cesarea a visitar a Festo y pidió permiso para oír hablar a Pablo. Pablo le contó al rey Agripa toda su historia, y como
nuestro Señor lo había escogido a él para que predicara su evangelio. Bien, después de que el rey Agripa oyó a Pablo, él lo iba a dejar libre, pero Pablo quería hablar con César. César era el jefe de toda Roma. ¿Y se acuerda que la Biblia nos dice que Dios iba a mandar a Pablo a Roma?

      Algo muy especial pasó en el viaje a Roma, y vamos a estudiar lo que pasó en la próxima lección.

      Pablo siempre aprovechó cualquier oportunidad para hablarle a la gente acerca de Jesucristo. Aunque él estuviera en dificultades, él siempre buscó la oportunidad de hablarle a la gente de Jesús. Nosotros debemos de ser como Pablo y siempre hablar de Jesucristo cada vez que podamos hacerlo.


Verso de Memoria:

      ..."pero si alguno padece como cristiano, no avergüence, sino glorifique a Dios por ello."
     
--1 Pedro 4:16
2

Preguntas:

1.   ¿Qué le quería hacer la multitud de gente en Jerusalén a Pablo?



2.   ¿Qué hizo Pablo cada vez que lo trajeron a hablar con uno de los jefes?



3.   ¿Quién se le apareció a Pablo en la cárcel?



4.   ¿Qué le dijo nuestro Señor a Pablo? (Hch. 23:11)





5.   ¿Mataron a Pablo en Jerusalén?




6.   Nombra algunos de los jefes de que te acuerdes.




7.   ¿Qué debemos hacer nosotros que Pablo hizo en esta historia?



Ejercicio:

Trace una línea de la palabra a la oración que le corresponde correctamente.

1. Festo                      un miembro de la iglesia de Cristo.


2. Pablo                      un rey.



3. La multitud                      un gobernador o jefe.



4. Agripa                    una ciudad a donde fue Pablo.



5. Cristiano                quién siguió predicando después de que lo golpearon.


6. Félix                       quién quería matar a Pablo.



7. Jerusalén              el nuevo gobernador o jefe.


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