Escrituras:
Hechos 28
Propósito: 1.
Mostrar que Pablo a pesar de ser prisionero por causa de Cristo, tenía
la libertad de hacer lo que más placer le daba, y eso era, predicar acerca de
Cristo. 2. Mostrar que cuando nos entregamos por completo
a Cristo, él encontrará el modo que nos permitirá enfrentarnos con cualquier
crisis y por tanto llevar a cabo su propósito.
Hechos Bíblicos:
En nuestra lección
anterior hablamos del naufragio que acaeció a Pablo y sus acompañantes. Pues bien, cuando todos los hombres se
encontraron a salvo en la isla de Malta, los nativos de ese lugar les
recibieron muy bien, pues hicieron fuego para que se calentaran y sus ropas se
secaran. Mientras Pablo ayudaba a juntar
leña para la fogata, una víbora le mordió la mano, y los nativos que vieron
como le colgaba del brazo, en seguida creyeron que Pablo con seguridad era un
homicida, quien aun cuando ha escapado del mar, va a recibir su castigo. Pero Pablo, sacudiendo la víbora sobre el
fuego, pareció no haber sufrido ningún daño.
Al ver que nada le sucedía o caía muerto, los nativos cambiaron de idea
y creyeron que era un Dios (Hch. 28:4-6).
Publio, gobernador de la isla, dió la
bienvenida a Pablo y a todos los que le acompañaban. Como el padre de Publio se encontraba muy
enfermo, y con alta fiebre, Pablo le fue a Visitar. Y después de haber orado, le impuso las
manos, y le sanó. Asimismo, todo aquel
que estaba enfermo en la isla, vino a Pablo y este le sanó (Hch. 28:8-9). Después de tres meses, Pablo y los demás
salieron de Malta con todos los regalos y provisiones que los de la isla les
regalaron, y que les ayudaría en el resto de su viaje a Roma (Hch. 28:10). Cuando por fín llegaron a Roma, algunos de
los cristianos que sabían que venía, vinieron a recibirlo. Venían de lugares que se encontraban como a
60 km. tales como el Foro de Apio y las Tres Tabernas. Con ellos Pablo dió gracias a Dios después,
como aun era prisionero, le entregaron a un soldado con el cual se le permitió
vivir mientras era custodiado (Hch. 28:16).
Poco después los principales judíos de Roma vinieron a verle y Pablo les
informó de la razón por la que se encontraba ahí. Aunque no les había hecho nada a los judíos
de Jerusalén éstos le habían entregado a los romanos como prisionero. Los romanos después de examinar su caso y no
encontrando culpa alguna, estuvieron de acuerdo en dejarle en libertad. Pero los judíos se opusieron tanto que Pablo
tuvo que apelar al César (Hch. 22:24-29).
Les dijo que era por sus enseñanzas acerca de Cristo, que ahora era
prisionero (Hch. 28:20).
Entonces, ellos le dijeron, que no había nada
en contra suya, y que estaban dispuestos a escuchar lo que tenía que decirles
(Hch. 28:21-22).
Decidieron en un día para reunirse, y mucha
gente vino para oír. Predicó todo el día
diciéndoles acerca del Reino de Dios, y de su Hijo Jesús. Algunos creyeron, otros no. Y añadió, que el Espíritu Santo habló bien a
sus padres, por medio del profeta Isaías (Is. 6:9-10; 44:18). Luego les dijo que esta salvación sería
enviada a los gentiles, y que ellos con seguridad la aceptarían (Hch.
28:28). Pablo vivió en Roma por dos
años, en una casa alquilada. Y los
romanos le permitieron predicar acerca de Jesucristo a cualquiera que le
visitara y deseara oír. Esto es lo que
más le agradaba a Pablo que le permitieran hacer.
Ilustración:
Juan se sentaba atrás de Benito en la
escuela. Benito era un niño cristiano
que siempre trataba de hacer lo que era debido.
Sin embargo cuando Juan le pinchó en el cuello, Benito, sobresaltado,
hizo ruido, y su maestra le pidió que se quedara después de la hora de salida
por causar tal alboroto.
Benito no dió a conocer la razón por la que
había gritado, sin embargo mientras hablaban, Benito le platicó de sus estudios
dominicales y los servicios que atendía.
La maestra escuchaba interesada, y Benito continuó diciéndole acerca de
Dios y de como envió su propio Hijo a morir en la cruz, para que nosotros
seamos salvos de nuestros pecados.
Así que, aun cuando Benito fue castigado por
el alboroto causado por un muchacho malvado, esto le dió la oportunidad de
enseñar a alguien acerca de Jesús. Si
entregamos nuestras vidas a Dios, él siempre hallará el camino que debemos
seguir.
Debemos creer con todas nuestras fuerzas lo
que Ro. 8:28 nos dice.
Versículo para memorizar:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.”
--Romanos
8:28
Preguntas:
1.
Algunos de los hombres se ahogaron tratando de alcanzar la orilla. Hch. 27:44
Falso o Verdadero
2.
¿Qué hicieron los nativos de la isla?
Hch. 28:1-2
3.
Describa usted lo que le sucedió a Pablo al estar recogiendo leña para el
fuego. Hch. 28:3
4.
Llene los espacios: Los nativos
dijeron que Pablo era un _________. Pero
después de lo que vieron, cambiaron de opinión y dijeron que era un
________. Hch. 28:4-6
5.
¿Qué fue lo que Pablo hizo, con la ayuda de Dios, al padre de Publio? Hch. 28:8
6.
¿Cuál es la oración verdadera?
a.
La gente tenía miedo de Pablo.
b.
Muchos enfermos fueron curados por Pablo. Hch. 28:9
7. ¿Qué hicieron los nativos de la isla cuando
Pablo y los demás partieron hacia Roma?
Hch. 28:10
8. ¿De qué ciudades vinieron muchos cristianos a
Roma, a recibir a Pablo? Hch. 28:15
9.
Pablo fue puesto en prisión como un vulgar criminal. Hch. 28:16
Falso o Verdadero
10. ¿Por cuánto tiempo Pablo permaneció en Roma,
predicando acerca de Jesús, abiertamente y sin ninguna oposición? Hch. 28:30-31
DESCARGAR ESTE DOCUMENTO AQUÍ Prisionero, Pero Sin Prisión
0 comentarios:
Publicar un comentario