viernes, 14 de marzo de 2014

Lo que Dios prefiere en nuestras vidas


Escrituras: Lc. 2:51; 1 S. 2:26; 2 Ti. 3:15; Mr. 10:13-15; Ec. 12:1; 1 Ti. 4:12;
Ef. 6:4, 2 Ti. 1:5; Tit. 2:2; 1 Ti. 5:1


Propósito: Mostrar como debemos vivir desde nuestra niñez hasta nuestra vejez.


Hechos Bíblicos:

En esta serie de lecciones hemos podido ver muchos ejemplos de como Dios quiere que nosotros vivamos, tanto en nuestra familia como dentro de su familia.  En nuestra lección de hoy que es la final, veamos algunos ejemplos de personas que han vivido siguiendo la senda de Dios, y tratemos de conformar nuestras vidas con esos modelos de vidas santas.

Nuestro primer ejemplo es Jesús mismo cuando pequeño.  Sabemos que Jesús es la única persona perfecta que ha vivido sobre la tierra.  Jesús fue perfecto desde el momento de su nacimiento.  Durante su infancia, aún cuando era el Hijo de Dios “...estaba sujeto...” a sus padres (Lc. 2:51).  Otro niño que agradó a Dios fue el profeta Samuel.  El también agradó a las gentes que estaban asociadas con él (1 S. 2:26).  Cuando somos pequeños tenemos la responsabilidad de obedecer a nuestros padres y Dios.  Debemos estudiar las escrituras y tratar de descubrir lo que Dios quiere que nosotros hagamos, así como Timoteo lo hizo.  En este pasaje se nos dice como debemos vivir para que podamos ir al cielo cuando nuestra hora de morir llegue (2 Ti. 3:15).  Cristo dijo que a menos que seamos como niños pequeños, o sea amables, inocentes no podremos entrar en el reino de Dios (Mr. 10:13-15).

Recuerden siempre el pasaje con el consejo del rey sabio Salomón:  “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas:  No tengo en ellos contentamiento;” (Ec. 12:1).  Y mientras seamos jóvenes, recordemos lo que el apóstol Pablo le dijo a Timoteo en 1 Ti. 4:12, “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”

Después cuando hayamos crecido y casado, debemos recordar que los padres deben criar a los hijos “...en disciplina y amonestación del Señor” (Ef. 6:4).  Al mismo tiempo, madres y abuelas deben tener la clase de fe en el Señor que la madre y la abuela de Timoteo tuvieron, “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en tí también”. (2 Ti. 1:5)

Y finalmente, cuando las mujeres han envejecido, deben seguir el ejemplo que encontramos en Tit. 2:1-5.  Así como cuando los hombres han envejecido, deben tratar de ganarse el respeto de que se habla en 1 Ti. 5:1 y Tit. 2:2.


Preguntas:

1.      1.  Jesús no trató de obedecer a sus padres porque sabía que él era el Hijo de Dios.  Falso     o     Verdadero     Lc. 2:51

2.      Las escrituras deben ser estudiadas solamente por las gentes adultas.
Falso     o     Verdadero     2 Ti. 3:15

3.      Cristo dijo que si no somos como ________ ___________ no podremos entrar en el reino de Dios.  Mr. 10:13-15

4.      ¿Qué fue lo que dijo Salomón acerca de nuestra actitud hacia Dios cuando somos jóvenes?  Ec. 12:1

5.      Pablo le dió a Timoteo seis cualidades para ser ejemplo de una buena vida en su juventud.  ¿Cuáles son?  1 Ti. 4:12

6.      Escoja los nombres que corresponden a la abuela y madre de Timoteo.  (Rut, Eunice, Ester, Noemí, Loida)  2 Ti. 1:5

7.      Explique con sus propias palabras como le enseñaría a su hijo acerca de las sendas del Señor.  ¿Por qué?


Verso para memorizar: 

“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas:  No tengo en ellos contentamiento;”
--Eclesiastés 12:1




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