Dios ha escogido muy especialmente mi futuro
Escrituras: He. 11:8-10; 11:13-16; Jn. 14:1-6;
2 P. 1:11; Ap. 21; 22:5; Lc. 20:34-36; 1 Jn. 3:2; 2 Co. 5:1-5
Propósito: Mostrar que Dios me
ha creado especialmente para un futuro con El en los cielos.
Hechos
Bíblicos:
En el libro de
Hebreos 11:8-10 y 13-16, leemos que Abraham obedeció la voz de Dios sin
titubear o dudar. Tanto él como su
familia abandonaron su hogar para seguir el mandato de Dios, y se dirigieron a
una tierra desconocida. Viajaron por
mucho tiempo sin saber hacia donde iban.
Pero fueron porque Dios les dirigía.
Buscaban tierras mejores. Pero
Abraham comprendía que este mundo no era realmente su hogar. Dios le había prometido una ciudad mejor, y
hasta que Abraham encontró esa ciudad superior, cuyo constructor y creador era
Dios, vivía como nómada, o sea siempre listo a emprender el viaje cuando Dios
se lo mandaba. Pero con ansiedad
esperaba ver la tierra prometida de Dios.
Nosotros somos como
Abraham. Este mundo no es nuestro hogar
para siempre. Dios nos ha preparado una
morada en el cielo y solamente estamos de paso sobre esta tierra hasta que vayamos
a vivir eternamente con Dios.
Muchos años después
de la época en que Abraham vivió, Jesús les dijo a sus discípulos que creyeran
en él como creían en Dios. Les dijo que
iría a preparar una morada para que ellos pudieran estar con él en la
eternidad. Dijo: “nadie viene al Padre, sino por mí” (Jn
14:6). Jesús fue a preparar un lugar
para sus discípulos. Si yo soy un
discípulo de Jesús, entonces ese maravilloso lugar también es para mí.
La muerte y la
resurrección de Jesucristo hizo posible que él pudiera ir a preparar una morada
en los cielos para nosotros. Y por haber
hecho esto voluntariamente, las puertas de los cielos están siempre abiertas
para mí. Dios ha planeado que yo viva
eternamente con Dios en los cielos también (2 P. 1:11).
Cuando obedecemos a
Dios, somos sus criaturas. Fuimos
creados a la imagen de Dios (Gn. 1:26).
Cuando Jesús vuelva a venir, seremos como él y le veremos como él es (1
Jn. 3:2).
Tenemos muchos
problemas y tribulaciones aquí sobre esta tierra. En los cielos no habrá problemas. Aún cuando nuestros cuerpos han muerto,
podemos vivir en los cielos con Dios.
Nuestros cuerpos son de duración limitada. Nuestro verdadero objetivo debe ser el ir a
vivir a los cielos. Y esto es lo que
Dios ha planeado para mí (2 Co. 5:1-5).
Lean ustedes todo
el capítulo 21 del libro de Apocalipsis hasta el quinto versículo del capítulo
22. Esta es una descripción magnífica de
los cielos. Es maravilloso saber que Jesús
me ama lo suficiente para prepararme un lugar donde podremos vivir juntos, en
la presencia de Dios.
Ilustración:
Era un hermoso y
brillante día, con nubes como algodón flotando en el cielo. José se dejó caer sobre el pasto verde y
fresco del parque y lo contemplaba todo a través de los árboles.
El domingo
anterior, José había escuchado el sermón en el que se hablaba de la fe de
Abraham en Dios de como Abraham había abandonado su hogar y Dios le había
prometido mejores lugares. Fue esta
promesa la que mantuvo a Abraham siempre obedeciendo la voz de Dios.
Mientras José
recordaba las hermosas palabras escritas en Ap. 21; 22:5, pensó: “Los cielos no existen por casualidad Dios ha
preparado esos lugares para mí, y para otros que obedezcan su voluntad. Si Dios me ha amado tanto, es fácil para mí
el amarle” (1 Jn. 4:19). Luego José
cerró los ojos con esos pensamientos tan tiernos y oró: “Señor mío, ayúdame a hacer siempre lo que tu
me pides, para que pueda vivir contigo para siempre en los cielos tan hermosos
que tú has preparado para mí. En el
nombre de Jesús, Amén.”
Nota al
maestro: Pida a los niños que imaginen
como son los cielos y que recuerden uno de los momentos más felices que puedan
recordar. Los cielos es todo eso y más.
Aplicación:
Por el hecho de
haber obedecido y haber tenido fe en Dios, Abraham recibió la promesa de un
lugar mejor (Ro. 4:22-25). Si obedecemos
a Dios, nosotros también veremos esos lugares llamados cielos, que Jesús ha
preparado para nosotros.
Versículo para memorizar:
“Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios.”
--Hebreos 11:10
Preguntas:
1.
Cuando Dios le dijo a Abraham que
debía dejar su casa, Abraham sabía exactamente a dónde iba. He. 11:8
Falso o Verdadero
Falso o Verdadero
2.
Llene los espacios, Abraham iba en
busca de una ______________ mejor, que ______________ había ___________ para
ellos. He. 11:16
3.
¿En quién les dijo Jesús a sus
discípulos que debían creer? Jn. 14:1
a. ¿Cuál fue la promesa que Jesús les hizo a
sus discípulos? Jn. 14:3
b. ¿Se refiere esto a nosotros también?
c. ¿Cuántos caminos podemos seguir para llegar
al Padre?
d. ¿Quién es ese camino? Jn.
14:6
4.
Si obedecemos a Dios en todas las
cosas, ¿nuestra puerto al cielo sera cerrada o abierta ampliamente? 2 P. 1:11
5.
¿A quién seremos semejantes cuando
Jesús venga otra vez? I Jn. 3:2
6.
Como nuestros cuerpos son de
duración limitada, ¿cuál debe ser nuestro verdadero objetivo? 2 Co. 5:1-5
7.
Medite sobre este
pensamiento: Dios no solamente preparó
un lugar hermoso para mí, sino que también me ha preparado para ese hermoso
lugar.
8.
¿Por qué no se necesita luz en los
cielos? Ap. 22:5
9.
Con ese lugar tan hermoso
preparado para mí en los cielos, quiero obedecer a Dios en todo, para que pueda
yo vivir ahí con El para siempre.
Falso o
Verdadero
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