miércoles, 18 de diciembre de 2013

El sacrificio vivo y agradable
Escrituras:  Ro. 12:1-2; Hch. 9:36-43; 2 Co. 9:6-15; He. 13:15-16.




Propósito: Mostrar que el que es fiel cristiano, es el que ama a su semejante, uno que siente placer en ayudar a otros así como a compartir con ellos tanto el amor por Cristo como las bendiciones materiales que ha recibido.


Hechos Bíblicos: 

Leemos en el antiguo testamento que los sacerdotes ofrecían animales como sacrificios a Dios.  Cada animal servía de sacrificio solamente una vez, porque se le mataba.  Los cristianos en cambio pueden ser sacrificios vivos y agradables que se presentan a Dios no solamente una vez (Ro. 12:1), sino por todo el tiempo que dure nuestra vida.

Para hacer esto debemos escoger nuestro modo de vivir de acuerdo con las enseñanzas de la Biblia, compartiendo nuestras vidas y conocimiento de Dios con otros, incluyendo los bienes materiales que Dios nos ha otorgado.

Un buen ejemplo del sacrificio vivo es la historia de Tabita.  La encontramos en el libro de los Hechos (9:36-43).  Tabita sabía coser muy bien, y hacía ropa muy bonita.  Mucho de su tiempo lo pasaba cosiendo para otros y haciéndolos felices con sus buenas obras.  Es por eso que cuando murió, sus amigos se entristecieron muchísimo.  Pero como oyeron que Pedro estaba cerca de esos lugares, le mandaron rogar que viniera.  Dios, obrando a través de Pedro, le devolvió la vida a Tabita.

En cierto modo somos como Tabita.  Tal vez no tenemos mucho dinero.  Tal vez no somos muy inteligentes.  Quizá no sabemos hacer ropa.  Pero todos nosotros podemos hacer algo para hacer a otro felices.  Podemos compartir nuestra felicidad con otros.

Cuando compartimos lo que tenemos con otros, Dios es feliz.  Leemos que Dios ama al dador alegre (2 Co. 9:7).  Jesús dijo:  “...Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch. 20:35).  Al ser generosos Dios nos hará felices.  El nos dará más para compartir con otros.  Dios debe haber permitido que Tabita siempre tuviera suficiente material y tela para hacer sus buena obras.  (2 Co. 9:8)

Entre más tiempo pasa y continuamos compartiendo lo que tenemos, se hace más fácil hacer cosas agradables a Dios.  Muy pronto nuestros amigos reconocerán que nuestra fe en Dios es la razón por la que nos gusta compartir (Mt. 5:16; Mt. 6:1-4).  Ellos también darán gracias a Dios y quizá quieran ser sacrificios vivos también.

Debemos recordar hacer de la senda de Dios, nuestra senda.  Dios hace el bien continuamente.  A él le agradará si nosotros hacemos el bien continuamente también.

Ilustración:

Hacía como dos años que el hermano de Frederico le había dado su carro viejo como regalo.  Cuando se lo dio no servía mucho pues el motor no trabajaba.  Frederico le dedicó mucho tiempo para arreglarlo, y por un año ya lo había estado manejando.  Un día decidió irse de pesca cerca de la playa.  Ya casi estaba por irse cuando su esposa le recordó de la promesa que le había hecho a una niña llamada Rosa de llevarla a un doctor especial en otro pueblo cercano.  Frederico meditó por un momento, pues prefería irse de pesca, pero llevar a Rosa era más importante.  Con gusto se subió al coche y se fue a recoger a Rosa.  Se sentía agradecido de que tenía un coche con el cual podía ayudar a otros.

Aplicación:

Dios nos ama y nos ha otorgado muchas bendiciones de las que podemos gozar.  Dios será feliz si amamos a nuestros semejantes y compartimos con ellos esas bendiciones (I Jn. 3:16-24).




Versículo para memorizar:

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
-- Romanos 12:1

Preguntas:

1.      ___________ eran ofrecidos como sacrificios a Dios en los días del antiguo testamento.


2.      Hoy debemos presentar nuestros cuerpos a Dios en _____________.  Ro. 12:1


3.      Un animal podía ser utilizado como sacrificio en varias ocasiones. Falso     o     Verdadero

4.      Tabita, en el libro de Los Hechos, es un ejemplo del sacrificio vivo.  Falso     o     Verdadero


5.      Tabita vivía en la ciudad de ______________.  Hch. 9:36

6.      ¿En que forma Tabita había ayudado a otros?  Hch. 9:36


7.      ¿Qué clase de dador es el que Dios ama?  2 Co. 9:7


8.      Escriba dos formas en que usted puede ayudar a hacer a otros felices.


9.      Cuando compartimos con otros, Dios nos dará más para compartir.  2 Co. 9:6  Falso     o     Verdadero



10.  Qué clase de sacrificios agrada más a Dios?  He. 13:16

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El sacrificio vivo y agradable

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