miércoles, 18 de diciembre de 2013

La senda de Dios es mi senda
Escrituras: Ro. 12; 1 Co. 13; Hch. 7; 1 Co. 6:19-20; 2 Co. 7:1; Mt. 6:19-20; 2 Ti. 3:15-16




Propósito: Mostrar que en nuestros días tenemos la oportunidad de estudiar la Biblia y de ver cual debe ser nuestra obra en el plan que Dios tiene para toda la humanidad.

Hechos Bíblicos: 

Para cualquier acción que llevamos a cabo, se requiere que hagamos una decisión.  No importa que sea simple o complicada, de gran importancia o de poca importancia, de todos modos debemos tomar una decisión antes de actuar.  Antes de levantarnos, antes de comer o de ir a dormir, antes de ir a adorar a Dios en el primer día de la semana, tenemos que decidir, ya sea de un modo o del otro.  Por tanto debemos considerar lo siguiente.  ¿Debo seguir el camino de Dios?  ¿Debo escoger entre servir al mundo o a Dios?  Para cualquier ruta que yo siga debo decidir primero.

Dios nos ha señalado una senda.  Pero yo soy quien debe decidir el aceptarla.  Debo estar dispuesto a hacer algo.  Para que mi cuerpo pueda ser presentado en sacrificio vivo, se requiere que yo haga algo (Ro. 12:1).  Para ello debemos estudiar, orar, planear el desarrollo de la verdadera naturaleza y espíritu de nuestro Señor Jesucristo.  Si aplicamos las enseñanzas de Jesucristo en nuestras vidas, veremos como el plan de Dios se revela correcta y justamente.

Estudiemos la vida perfecta de Jesucristo.  Jesús descendió del cielo, vivió sobre la tierra y murió en la cruz.  Se sacrificó por nosotros, dando su vida a cambio del perdón de nuestros pecados.  Su muerte nos ofrece la oportunidad de la vida eterna o sea vida después de la muerte.  Esto significa vida eterna para todo aquél que acepte el camino de Dios (Ro. 6:23).

Deshacerse de algo viejo y reemplazarlo por algo nuevo proporciona gran emoción.  Así el convertirse de una vida sin el gobierno de Dios, a una en la que él es nuestro guía puede darnos grandes satisfacciones y profundas emociones.  Al hacer esto nos internamos en la naturaleza de Dios (Ef. 4:22-24).

Jesús una vez dijo:  “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (Mt. 6:19-20).  No hay seguridad permanente en los tesoros de este mundo.  Hasta nuestra vida algún día tendrá que tener un fin.  Debemos decidir y seguir el plan que Dios tiene para el hombre.

Reflexionemos con seriedad y consideremos el plan que Dios tiene para mí.  El ha hecho sus promesas al hombre.  Estas promesas están escritas en la Biblia para todos ustedes y para mí, para que podamos leerlas y estudiarlas cuidadosamente.  Por medio de estas enseñanzas podremos cumplir el plan que Dios tiene para mi (2 Co. 7:1; 2 Ti. 3:15-16).

Ilustración: 

Antonio junto con su familia vivía en una pequeña ciudad un tanto alejada de la capital.  Toda la familia había estado ahorrando y planeando un viaje a la capital durante las vacaciones.  Todos estaban ansiosísimos esperando el día que habrían de partir.  Casi todas las noches a la hora de la cena se sentaban y hablaban de todo lo que verían y de todas las cosas que iban a hacer durante el viaje.  A veces el papá de Antonio mostraba fotografías de los lugares que habría de visitar.

Antonio estaba emocionadísimo pues él nunca había hecho un viaje largo.  Una noche después de la cena, el papá de Antonio extendió sobre la mesa una hoja muy grande de papel.  Tenía líneas muy gruesas así como otras más delgadas.  Algunas eran rojas, otras azules y otras verdes.  El papá de Antonio les dijo que este era una mapa de caminos.  Les mostró el lugar donde vivían.  Luego les mostró el lugar a dónde irían durante las vacaciones.  Luego les mostró el lugar a dónde irían durante las vacaciones.  Luego siguiendo con su dedo una línea roja, les mostró el camino que seguirían.  Siguiendo las direcciones del mapa podremos llegar al lugar que deseamos sin perdernos.

Aplicación: 

Jesús, en cierto modo, es el camino.  Si seguimos las enseñanzas de Jesús contenidas en la Biblia, no nos perderemos.

Verso para memorizar:

 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
 --Romanos 12:2


Preguntas:

1.      Si leemos 1 Corintios 13, ¿qué aprendemos acerca del modo como debemos tratarnos los unos a los otros?





2.      Debemos atesorar bienes
            a. sobre la tierra
      b. en el banco
      c. en el cielo     Mt. 6:19-20

3.      Debemos ser exactamente como las gentes que viven en este mundo.  Romanos 12:2
Falso     o     Verdadero

4.      Nombre las diversas maneras en que debemos vivir de acuerdo con el capítulo 12 de Romanos, y algunas de las cosas que podemos y debemos hacer por nuestros semejantes.


5.      Podemos encontrar el plan de Dios para nosotros en:

a. las escrituras
b. en la sabiduría del hombre
c. Esperando hasta que se nos revele. 

Lea 2 Ti. 3:15-16



6.      ¿Cuál es la decisión más importante que debemos tomar en nuestras vidas?


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La senda de Dios es mi senda

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