La
senda de Dios es mi senda
Escrituras:
Ro. 12; 1 Co. 13; Hch. 7; 1 Co. 6:19-20; 2 Co. 7:1; Mt. 6:19-20; 2 Ti. 3:15-16
Propósito: Mostrar que en nuestros días tenemos la oportunidad de estudiar la
Biblia y de ver cual debe ser nuestra obra en el plan que Dios tiene para toda
la humanidad.
Hechos Bíblicos:
Para
cualquier acción que llevamos a cabo, se requiere que hagamos una
decisión. No importa que sea simple o
complicada, de gran importancia o de poca importancia, de todos modos debemos
tomar una decisión antes de actuar.
Antes de levantarnos, antes de comer o de ir a dormir, antes de ir a
adorar a Dios en el primer día de la semana, tenemos que decidir, ya sea de un
modo o del otro. Por tanto debemos
considerar lo siguiente. ¿Debo seguir el
camino de Dios? ¿Debo escoger entre
servir al mundo o a Dios? Para cualquier
ruta que yo siga debo decidir primero.
Dios
nos ha señalado una senda. Pero yo soy
quien debe decidir el aceptarla. Debo
estar dispuesto a hacer algo. Para que
mi cuerpo pueda ser presentado en sacrificio vivo, se requiere que yo haga algo
(Ro. 12:1). Para ello debemos estudiar,
orar, planear el desarrollo de la verdadera naturaleza y espíritu de nuestro
Señor Jesucristo. Si aplicamos las
enseñanzas de Jesucristo en nuestras vidas, veremos como el plan de Dios se
revela correcta y justamente.
Estudiemos
la vida perfecta de Jesucristo. Jesús
descendió del cielo, vivió sobre la tierra y murió en la cruz. Se sacrificó por nosotros, dando su vida a
cambio del perdón de nuestros pecados.
Su muerte nos ofrece la oportunidad de la vida eterna o sea vida después
de la muerte. Esto significa vida eterna
para todo aquél que acepte el camino de Dios (Ro. 6:23).
Deshacerse
de algo viejo y reemplazarlo por algo nuevo proporciona gran emoción. Así el convertirse de una vida sin el
gobierno de Dios, a una en la que él es nuestro guía puede darnos grandes
satisfacciones y profundas emociones. Al
hacer esto nos internamos en la naturaleza de Dios (Ef. 4:22-24).
Jesús
una vez dijo: “No os hagáis tesoros en
la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y
hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín
corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (Mt. 6:19-20). No hay seguridad permanente en los tesoros de
este mundo. Hasta nuestra vida algún día
tendrá que tener un fin. Debemos decidir
y seguir el plan que Dios tiene para el hombre.
Reflexionemos
con seriedad y consideremos el plan que Dios tiene para mí. El ha hecho sus promesas al hombre. Estas promesas están escritas en la Biblia
para todos ustedes y para mí, para que podamos leerlas y estudiarlas
cuidadosamente. Por medio de estas
enseñanzas podremos cumplir el plan que Dios tiene para mi (2 Co. 7:1; 2 Ti.
3:15-16).
Ilustración:
Antonio
junto con su familia vivía en una pequeña ciudad un tanto alejada de la
capital. Toda la familia había estado
ahorrando y planeando un viaje a la capital durante las vacaciones. Todos estaban ansiosísimos esperando el día
que habrían de partir. Casi todas las
noches a la hora de la cena se sentaban y hablaban de todo lo que verían y de
todas las cosas que iban a hacer durante el viaje. A veces el papá de Antonio mostraba
fotografías de los lugares que habría de visitar.
Antonio
estaba emocionadísimo pues él nunca había hecho un viaje largo. Una noche después de la cena, el papá de
Antonio extendió sobre la mesa una hoja muy grande de papel. Tenía líneas muy gruesas así como otras más
delgadas. Algunas eran rojas, otras
azules y otras verdes. El papá de
Antonio les dijo que este era una mapa de caminos. Les mostró el lugar donde vivían. Luego les mostró el lugar a dónde irían
durante las vacaciones. Luego les mostró
el lugar a dónde irían durante las vacaciones.
Luego siguiendo con su dedo una línea roja, les mostró el camino que
seguirían. Siguiendo las direcciones del
mapa podremos llegar al lugar que deseamos sin perdernos.
Aplicación:
Jesús,
en cierto modo, es el camino. Si
seguimos las enseñanzas de Jesús contenidas en la Biblia, no nos perderemos.
Verso para memorizar:
“No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
--Romanos 12:2
Preguntas:
1.
Si leemos 1 Corintios 13, ¿qué
aprendemos acerca del modo como debemos tratarnos los unos a los otros?
2.
Debemos atesorar bienes
a. sobre la tierra
b. en el banco
c. en el cielo Mt. 6:19-20
3.
Debemos ser exactamente como las
gentes que viven en este mundo. Romanos
12:2
Falso o
Verdadero
4.
Nombre las diversas maneras en que
debemos vivir de acuerdo con el capítulo 12 de Romanos, y algunas de las cosas
que podemos y debemos hacer por nuestros semejantes.
5.
Podemos encontrar el plan de Dios
para nosotros en:
a. las escrituras
b. en la sabiduría del hombre
c. Esperando hasta que se nos revele.
Lea 2 Ti. 3:15-16
Lea 2 Ti. 3:15-16
6. ¿Cuál es la decisión más importante que debemos tomar en nuestras
vidas?
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