lunes, 16 de diciembre de 2013

SU ORIGEN ESTÁ EN LA PALABRA



TODAS LAS ESCRITURAS SON DE LA RV1960, SALVO SE INDIQUE LO CONTRARIO

AGRADECIMIENTO E INTRODUCCIÓN

 Quiero agradecer a la iglesia de Cristo Stewart Avenue por invitarme y ser parte de esta excelente conferencia. Quiero agradecerles por confiar en mí. Siempre estarán en mi corazón, porque cuando vine a Missouri, fue la primera congregación en donde adoré; también me presentaron a mi esposa, Kara. Pido grandes bendiciones para esta gran congregación y que prospere y lleve a muchos a Cristo en los próximos años.
 Quiero tratar el tema del matrimonio. En particular el tópico “Matrimonio: la fuente es la Palabra.” Naturalmente, de inmediato se dan cuenta, incluso por el título, que queremos ir a la Escritura para discutir este tema. A lo largo de las páginas de la Biblia leemos acerca de tres instituciones divinas: El gobierno, la iglesia y el matrimonio. Es muy impresionante considerar que Dios pensó tanto en el matrimonio que lo incluyó en estos tres.
 Leemos en Génesis capítulo uno acerca de la creación; incluyendo la tierra, agua, luz, vegetación, animales y al hombre, “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen…” (Génesis 1:26). En el siguiente capítulo en el versículo dieciocho la Biblia dice, “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” ¿Se ha preguntado alguna vez por qué Dios no creó al hombre y a la mujer al mismo tiempo? Esa es una buena pregunta, y este escritor pregunta si fue necesario para Adán darse cuenta que necesitaba a alguien; la necesidad que solo puede llenarse con una pareja, una compañía, una ayuda idónea “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él” (Génesis 2:20). Imagine a Adán por un momento viendo a todos los animales con compañía y darse cuenta que “no tengo a nadie.” Después de todo, Dios dijo “no es bueno que el hombre esté solo.” Es a esta relación en la que queremos centrar nuestra atención.
Cuando se trata del matrimonio, Dios no nos ha dejado sin orientación. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17). “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3). Estos pasajes confirman, sin lugar a dudas, que Dios nos ha dado una guía en todas las áreas de la vida. Si esto es verdad, entonces Dios ha tratado este tema sumamente importante que se llama matrimonio. ¿Puede imaginarse lo que la vida sería sin guía? Sin guía para la iglesia, seríamos como ovejas perdidas sin esperanza alguna. Sin la guía respecto al pecado, nos convertiríamos a la perfecta impiedad. Sin la guía respecto a los pactos, ¿por qué no seguir las enseñanzas del Antiguo Testamento? Sin la guía con respecto al matrimonio…bien, vamos a ver el resultado de seguir las enseñanzas en ese sentido. No permita que nadie le diga que no tenemos guía respecto al matrimonio o algo más.  No tenemos que preocuparnos acerca de esas cosas, porque hay un Dios en el cielo que se preocupa por nosotros y nos ama como su creación. Quiere que estemos con Él un día, “El señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con todos, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). En cuanto a estos temas importantes Dios no nos deja improvisar, no obstante, pensamos que está bien vivir sin las instrucciones adecuadas.

RECURRA A LA PALABRA PARA EL PRIMER MATRIMONIO

 El primer matrimonio fue entre Adán y Eva y fue Dios quien lo llevó a cabo. Piense nuevamente acerca de Adán y su de su soledad. Dios sabía lo que era mejor para Adán. El hecho es que Dios sabe lo que es mejor para nosotros; después de todo somos su creación. “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23). Los seres humanos son seres sociables―es decir, necesitamos a otros alrededor nuestro. Dios sabía esto, y así, hizo a alguien adecuado para el hombre, alguien conocido también como ayuda idónea. La relación entre el hombre y la mujer es una relación mutua. El hombre necesita una mujer para compartir sus éxitos, fracasos y problemas en la vida. La mujer necesita que se le muestre afecto y amor. En esto, el matrimonio es perfecto.
 Dios creó a la mujer después del hombre. “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Y estaban desnudos, Adán y su mujer y no se avergonzaban” (Génesis 2:21-25). Dios en ese momento los unió en matrimonio. ¿Cómo podemos estar seguros? “Él respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo, Por esto el hombre dejará a padre y madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:4-6). Dos personas separadas se hicieron una. ¿A qué se refería exactamente Cristo cuando dijo esto? A que ahora están en una unión íntima; una relación que Pablo comparó a la iglesia y Cristo (Efesios 5:22-23). Sin embargo, hay otro pensamiento en consideración: la unión sexual (1 Corintios 7:1-5). Así el matrimonio no es solo para procrear, sino para llenar las necesidades del hombre y la mujer. En todo esto podemos ver que Dios personalmente estampó su aprobación sobre el matrimonio.

RECURRA A LA PALABRA POR LA IMPORTANCIA DEL MATRIMONIO

 Dios ha dejado muy claro cuan importante es esta unión. Sedalia, Trenton, Missouri o este país en su conjunto serán tan buenos solo como los hogares que los forman. Estos hogares deben estar fundados sobre un buen matrimonio debido al efecto que se propaga a través de la sociedad. Así, muchos no se dan cuenta de este simple hecho y es necesario enfatizar que el matrimonio fue diseñado para que las personas mejoraran así mismos y a sus hijos, no para dañarlos. Muchos fracasan en el matrimonio y este es el resultado de que las personas no piensan antes de entrar al él, no se dan cuentan de que hay una tercera persona que participa y esa persona es Dios.
El hogar es tan bueno como el líder del hogar: el padre. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). El padre está para liderar a su familia al cielo. Se supone que toma el papel espiritual y marca la pauta. Las madres son la parte criadora de la familia. “Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos” (Tito 2:4).  Imagine por un momento que Dios creó a Adán y Eva y no los juntó ¿Qué clase de señal daría? De solo andar y aparearse con quien usted quiera, no hay necesidad de unirse a esa persona; ¿tal cual como los animales? No, no, eso no es así. La pureza en el matrimonio se ve en que es un hombre y una mujer para toda la vida. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). El hecho es que Dios diseñó el matrimonio para que fuera entre un hombre y una mujer. El que haya creado a Adán y a Eva, y no a Adán y Evaristo, muestra que la homosexualidad no es parte de su plan.  La homosexualidad está mal y debe rechazarse públicamente. Es algo que está cobrando las almas de mucha gente. Pablo fue muy explícito, “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? NO erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones…” (1 Corintios 6:9). Vea en particular los “afeminados” y “los que se echan con varones.” Estas frases se refieren a los que practican la homosexualidad y rechazan el diseño de Dios. ¿Podemos negar esto? Aun más claro “Y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos a otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Romanos 1:27). Amigos, nunca diluyamos la Palabra respecto a la homosexualidad. El matrimonio es importante porque muestra el pecado de la homosexualidad. Moisés en el Antiguo Testamento declaró que era una abominación “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” Levítico 18:22). Esto no cambió con el cambio de pacto.
 Dios diseñó el matrimonio con la intención de que pudiéramos llevar una vida agradable delante de Él. Algunas veces la gente argumenta este punto diciendo que las personas agradan más a Dios permaneciendo solteros. No hay evidencia de esto en ninguna parte de la Escritura. La Iglesia Católica y algunas otras denominaciones enseñan esta falsa doctrina. Queremos tener una relación con Dios lo más cercana posible, y es insensato para alguien decir que la única manera de hacer eso es permaneciendo soltero. Si este es el caso entonces por qué Dios dice, “No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:18) y le pide a los ancianos estar casados, “Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer” (1 Timoteo 3:2) y a los diáconos “Los diáconos sean maridos de una sola mujer” (1 Timoteo 3:12). Mucha gente regularmente usa 1 Corintios 7:1 fuera de contexto: “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer.” El contexto de este versículo se refiere a un tiempo de guerra civil y persecución. Despuésde todo, Pablo no va a contradecir a Dios (1 Corintios 7:1; Génesis 2:18). Vea el siguiente versículo realmente es de ayuda. “pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1 Corintios 7:2). ¿Cómo se mantiene puro y santo? Evite las cosas pecaminosas. Uno puede ver fácilmente los efectos dañinos de esta falsa doctrina. Muchos sacerdotes que tienen prohibido casarse abusan sexualmente de los niños. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participen de ellos los
creyentes y los que han conocido la verdad” (1 Timoteo 4:1-3).
 Tenemos que ver también hacia el otro lado de esto. Estoy seguro que ha escuchado de gente que nunca se casó y sin embargo han vivido una vida fiel. El matrimonio no es algo obligatorio sobre nosotros, sino que es algo que nos ayuda a evitar el pecado de la fornicación. Si alguien puede permanecer soltero y puede dar servicio a Cristo al tiempo que lucha contra la tentación, entonces esa es su decisión. Sin embargo, la mayoría no puede hacer esto. Junto con este pensamiento, los que son solteros nunca deberían considerarse más espirituales que los que están casados.  El matrimonio es también importante porque la gente crece físicamente teniendo niños y criándolos. En el matrimonio puede haber un gran crecimiento espiritual, especialmente si usted tiene unapersona que es su “ayuda idónea” y que usted sea de ayuda para ellos. Cada uno va ayudar al otro con ánimo en los tiempos difíciles, con gozo en momentos de felicidad y en el compromiso hasta la muerte. El trabajo de una familia fiel para el Señor en la iglesia permanecerá por muchas generaciones.
Actualmente esta es la forma de pensar respecto al bienestar: “sino haceos tesoros en el cielo, donde la polilla ni el orín corrompen y donde ladrones no minan ni hurtan.” (Mateo 6:20).

RECURRA A LA PALABRA RESPECTO A LA HONORABILIDAD EN EL MATRIMONIO

 El honor en relación al matrimonio se menciona en Hebreos 13:4, “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla, pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.” Este pasaje, sin duda, está hablando acerca de la relación matrimonial y de lo bueno de ésta. ¿Por qué se usa aquí la palabra “honroso”? Debido a lo que se dice de los que no siguen la voluntad de Dios para la humanidad, los que participan en la fornicación, etc. Es interesante el uso de la palabra “lecho.” ¿Por qué esa palabra? ¿Confía en su pareja cuando se acuesta en la noche? El lecho muestra confianza. Piense en lo que escribió Pedro (1 Pedro 3:1-8). ¿Cuánto conoce de usted la otra persona? Sabe todo acerca de usted debido a que ha puesto toda su confianza en ella y lo honra al honrar a su Dios.
 Sin embargo, en el mundo ve algo más: deshornan esta hermosa relación entre el hombre y la mujer. Dios juzgará a los que son impuros sexualmente. “¿No sabéis que los  injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones” (1 Corintios 6:9). Dios juzgará a los matrimonios que nunca debieron haber sido. “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adúltera” (Mateo 19:9). Dios juzgará a los que se hacen llamar “adultos de amplio criterio” mientras vivan juntos. “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia” (Gálatas 5:19). Esto incluye a la comunidad gay y lésbica. El hecho es que este país, cada hogar, y el mundo necesita despertar y darse cuenta que si en realidad queremos ser obedientes a Dios, entonces necesitamos ser heterosexuales, entregados, amorosos y monógamos.
 Algunas veces la gente podría decir: “Bien, el matrimonio es solo un pedazo de papel. No hay honor en eso.” Se refieren a la licencia del matrimonio, sin embargo, ¿dirían lo mismo acerca de la escritura de su casa o el título de su carro o de su grado escolar? Qué con respecto a las boletas de calificaciones de sus hijos, de los reclamos del seguro, de las tarjetas de seguridad social, comprobantes del seguro y otros documentos que estipulan sus relaciones con las diferentes entidades. Despierte y esté consciente que es importante el pedazo de papel que tiene en su mano que dice que está casado a los ojos de Dios.
Algunas veces la palabra “honor” en nuestro texto se toma de manera equivocada porque significa precioso o costoso. Hay otras cosas preciosas y costosas. Su sangre, “Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:19).
Cristo, “Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa” (1 Pedro 2:4). Las promesas y el matrimonio, “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 Pedro 1:4; Hebreos 13:4). La palabra honroso se traduce en estos pasajes de diferente manera precioso o costoso u honorable. ¿No es suficiente para nosotros decir que Dios tiene al matrimonio en una alta consideración porque es la relación más cercana que alguna vez tendremos, salvo la que debamos tener con Él? ¿Qué tan precioso es el matrimonio? Considere estas cosas, hay honor al obedecer a quien los creó, honor en vivir para el cuidado del uno al otro, honor en la intimidad física y espiritual, honor en la seguridad de ambos, honor al saber que está bien con Dios, honor en la confianza y el desinterés de uno mismo, honor en satisfacer sus necesidades, honor en el ejemplo a las futuras generaciones. Debemos decir que el matrimonio es la MAYOR respuesta de nuestras obligaciones con Dios.
 Algunas personas dicen que no quieren estar atados al matrimonio. Bien, necesitan crecer. Los que quieren encontrar a la pareja xexual perfecta necesitan madurar. El matrimonio necesita efectuarse por las razones que Dios dijo que se hiciera. No nos obliga a casarnos, ni honra a todos los matrimonios, sino que honra a los que en forma desinteresada y profunda se comprometen el uno al otro. Al final del tiempo, cuando hayamos terminado la vida y hayamos servido a Dios bien, Dios podrá decirle: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Esto es de lo que trata el matrimonio.

CONCLUSIÓN

 La Palabra verdaderamente nos guía y es la fuente para todas las cosas que necesitamos (2 Pedro 1:3) y esto incluye al matrimonio. La Biblia habla del primer matrimonio y de su visto bueno sobre él, su importancia y del honor que hay en el matrimonio. Como creación simplemente debemos buscar a Dios por su consejo y dejar de hacer nuestra propia voluntad obstinada. Pensemos en las sendas antiguas en las que Jeremías anduvo; “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR PERSONALMENTE O EN CLASE

1. ¿Por qué Dios dijo, “No es bueno que el
hombre esté solo?
2. ¿Cuánta guía nos ha dado Dios en relación
al matrimonio?
3. ¿Quién efectuó el primer matrimonio?
4. ¿Para qué es el matrimonio?
5. ¿Cuán importante es el matrimonio
respecto al hogar?
6. ¿Qué en relación a la homosexualidad?
7. ¿Es mejor estar casado o soltero?
8. ¿Qué es “honorable” refiriéndose a
Hebreos 13:4?
9. ¿Debería el matrimonio ayudarnos a llegar
al cielo?


10. ¿Por qué alguien se negaría a casarse?

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