El plan de Dios continua a
través de Isaac y Jacob
Escrituras:
Hch. 7:8, 14, 15; Gn. 25:19-34; 47:1-10; He. 11:9, 20; 12:16-17; Gá. 6:7; Mt.
5:13, 14, 16.
Propósito: Mostrar que la vida que
escogemos puede resultar en una bendición o una maldición para nuestros amigos
que nos rodean.
Hechos
Bíblicos:
Recuerdan
ustedes en nuestra última lección hablamos acerca de Isaac, el hijo que Dios
pidió a Abraham que sacrificara, pero el ángel del Señor lo detuvo cuando
estaba a punto de hacerlo. Isaac creció,
y a su vez se convirtió en el padre de dos gemelos cuyos nombres fueron Esaú y
Jacob. En Hebreos 11:9, leemos que Isaac
y Jacob recibirían la misma promesa que Dios le había hecho a Abraham. Más adelante en Hebreos 11:20 se nos dice que
Isaac bendijo a Jacob y a Esaú, y les habló de cosas venideras. Isaac sabía que él formaba parte del plan de
Dios, y sabía que uno de sus hijos sería parte de ese plan también.
Esaú,
por ser el mayor, tenía derecho a una bendición especial. Un día regresaba muy hambriento después de
haber ido de caza, y al mismo tiempo estaba muy cansado.
Jacob
estaba preparando un guiso que se le antojó a Esaú, y por ello le rogó que le
diera algo de lo que cocinaba. Jacob
pensó que esta era un gran oportunidad para pedirle que renunciara a su
primogenitura y le dijo: “...Véndeme en
este día tu primogenitura.” como
condición para darle algo de comer (Gn. 25:29-31).
Esaú
tenía tanta hambre que pensó que si no comía inmediatamente se desmayaría, por
tanto dijo: “...He aquí yo me voy a
morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?” De este modo Esaú vendió su primogenitura por
algo de comer (Gn. 25:32-34).
Años
más tarde cuando Isaac estaba a punto de morir, Rebeca, la madre de los
gemelos, le ayudó a Jacob a engañar a su padre, quien le otorgo la bendición
que le correspondía a Esaú. Ahora Esaú
sentía mucho haber vendido su primogenitura a Jacob, pero nada se podía hacer
ya (He. 12:16-17). La bendición había
sido otorgada, y no se podía cambiar.
(Léase Gn. 27:1-41)
Mucha
gente vende sus vidas al pecado, por debilidades pasajeras. Cristo murió en la cruz y resucitó de entre
los muertos para que nuestros pecados fuesen perdonados por Dios. (Véase Gá. 6:7; Hch. 8:22)
La
voluntad de Dios no es el que nosotros hagamos el mal, pero estos errores que
la gente comete, Dios los utiliza para poder llevar a cabo su plan. Jacob se convirtió en el padre de José, quien
fue vendido a Egipto por sus hermanos celosos (Gn. 37:25-28). Años después, toda la familia emigró a Egipto
donde había suficiente alimento. El
faraón estaba tan agradecido a José por haber salvado al pueblo egipcio,
durante la escasez de alimento, que cuando la familia de José vino a Egipto,
les dio lo mejor de las tierras, en Gosén (Gn. 47:6). Jacob le mostro su aprecio al rey y lo
bendijo (Gn. 47:10) Jacob pudo bendecir al faraón solamente porque él conocía a
Dios. De otro modo ¿como era posible que
un hombre de tan poca importancia pudiera bendecir a un rey? Estos hombres sabían que Dios estaba
desarrollando su plan, pero no sabían exactamente lo que era. Hasta los mismos ángeles anhelaban ver dentro
de los planes de Dios, pero no se les permitió (1 P. 1:12). Aun cuando Jacob cometió errores cuando
joven, de los cuales debe haberse sentido avergonzado, así Dios le utilizó para
llevar a cabo su plan para beneficio nuestro.
Aplicación:
Todos nos damos cuenta de que cometemos
errores, pero si permanecemos fieles a dios y a su hijo Jesucristo, podremos
guiar otros a Cristo, y ser como bendiciones para nuestros amigos y familiares.
Ilustración:
Juan y Mario eran hermanos, pero tan
diferentes el uno del otro. Mientras
Juan era un muchachito agradable y bondadoso que trataba de hacer lo correcto,
Mario se comportaba egoísta y con rebeldía.
No obedecía a sus padres, se iba de pinta en lugar de asistir a la
escuela y tenía dificultades con la
policía también. Un día que los dos
hermanos caminaban hacia su casa, pasamanos caminaban hacia su casa, pasaron
por donde había una tienda Mario, sintiéndose con ganas de hacer maldades,
recogió una piedra y la arrojó a través de los aparadores de la tienda. Luego corrió lo más rápido que pudo. Juan no se movió pues fue tal la sorpresa de
lo que había sucedido; luego recapacitando entró a la tienda, se disculpó con el propietario, y le ayudó a limpiar y a
escombrar todo el daño que se había hecho.
El propietario tendría que comprar vidrios nuevos y reponer varias
botellas rotas.
Sus
papás castigaron a Mario con severidad, y le prohibieron que jugara con sus
amigos por mucho tiempo. El propietario
de la tienda le dio las gracias a Juan por su ayuda. ¿Cual de los dos chicos creer usted era como
una verdadera bendición para la familia y amigos?
Preguntas:
1.
Isaac tuvo hijos gemelos.
(a) Nómbrelos
(b) ¿Cuál de ellos nació primero? Gn. 25:24-26
(a) Nómbrelos
(b) ¿Cuál de ellos nació primero? Gn. 25:24-26
2.
Por ser el mayor, Esaú tenía
derecho a algo especial. Gn. 25:31
¿Qué
era?
3.
Relate usted como Jacob se apoderó
de la primogenitura de Esaú. Gn.
25:31-34.
4.
¿Quién ayudó a Jacob a engañar a
su padre para poder recibir su bendición?
Gn. 27:6-13
5.
Subraye la respuesta correcta.
(a) Esaú se sintió muy triste al ver que Jacob
le había Robado la bendición especial.
(b) Esaú se rió cuando supo del ardid de
Jacob. Gn. 27:38
6.
Falso o
Verdadero
Cristo
murió una vez para redimirnos de nuestros pecados. No morirá otra vez para redimirnos. Ro. 6:9-10
7.
Si peco después de convertirme en
una de las criaturas de Dios, ¿qué puedo hacer para ser perdonado? Hch. 8:22
8.
Llene los espacios Gn. 47:10
Y___________ bendijo a ____________.
Versículos para
memorizar:
“Vosotros sois la
sal de la tierra;...Vosotros sois la luz del mundo;...Así alumbre vuestra luz
delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos.”
--Mateo 5:13, 14, 16
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