Para el modelo de la iglesia que Dios nos ha dado

Escrituras: Ex. 25-27; Ro. 8:9; He. 9:11; 1 Co. 3:16; 1 Ti. 3:15; Mt. 18:20

Propósito: Mostrar que Dios no nos ha dejado dudosos del lugar donde habita, sino que ha establecido su morada tanto antes de la venida de Cristo como después.

Hechos Bíblicos: 

Para comprender mejor el plan que Dios tiene para nosotros, su gente, debemos leer cuidadosamente los capítulos 25 al 27 del libro de Exodo.  De ahí aprenderemos sus instrucciones en la construcción del tabernáculo donde moraba en los días en que los israelitas era el pueblo escogido.

Al leer nos damos cuenta de que Dios tenia un propósito para cada uno de los utensilios que pedía a los israelitas que construyeran y pusieran en el tabernáculo.  Dios se declararía al sumo sacerdote desde el propiciatorio encima del arca del testimonio.  Haría que colocaran el pan de la proposición sobre la mesa destinada para ese objeto, así como lamparillas o velas en el candelero de oro y ofrendas de animales e incienso para él desde los diferentes altares.

En otras lecciones estudiaremos más detalladamente acerca de las instrucciones que fueron dadas a los sacerdotes acerca de como debían actuar en el tabernáculo, pero tratemos de recordar que del mismo modo que las cosas que posemos tienen un propósito (estufas, sillas, camas y mesas), así Dios tenía un propósito para cada uno de esos utensilios que formaría parte del tabernáculo.

El tabernáculo era el santuario de Dios por un tiempo y fue construido con las manos de los hombres (Ex. 25:8).  Pero en la actualidad Dios mora dentro de nosotros y si hacemos todas las cosas que él nos dice a través de su Palabra, entonces seremos el templo de Dios, y Cristo, el sumo Sacerdote (He. 9:11).  El apóstol Pablo les dijo a los Corintios que cualquiera que siga a Cristo y Dios es el templo de Dios y el Espíritu de Dios mora en él (1 Co. 3:16).  Pablo también le dijo a Timoteo que la casa de Dios, ahora, es la iglesia del Dios viviente (1 Ti. 3:15).

Cristo dijo que donde están dos o tres congregados en su nombre, que el estaría en medio de ellos (Mt. 18:20).

De modo que cuando estudiamos lo que Dios nos ha dicho a través de sus escrituras, vemos lo siguiente.

En la actualidad, en lugar de Dios habitando en una casa construida con las monas de los hombres como el tabernáculo, él vive en nuestras mentes y en nuestros corazones.  Cuando dos o tres se reúnen en su nombre, forman las piedras de la iglesia.  La iglesia de hoy no es una obra humana.  No es un edificio de madera y oro con piedras hermosas para agradar a los hombres.

No tiene importancia que clase de edificio la iglesia de Dios escoja para reunirse.  Pero debemos recordar que cada uno de nosotros es parte de su iglesia.  En lugar del oro, la plata y las piedras preciosas como en el tabernáculo, nosotros somos los utensilios finos y de gran valor que forman su iglesia hoy.

Es halagador el pensar que Dios nos considera del mismo valor que los israelitas consideraron los diferentes materiales que se utilizaron en la construcción del tabernáculo.

Ilustración:

Pablo acostumbraba pasar cerca de una gran iglesia, muy hermosa y construida con piedras muy finas, vidrios de colores y metales brillantes.  Y pensaba que a Dios le debe haber agradado mucho el morar ahí.  Pero poco después leyó que hacia mucho tiempo Dios había habitado en un lugar hecho de materiales muy finos, de metales y piedras preciosos, pero que ahora él mora dentro de cada uno de nosotros y que nosotros somos los que formamos la iglesia.  Esto nunca se le había ocurrido antes, y era un pensamiento muy profundo, porque al seguir meditando se dijo a sí mismo, “si yo formo parte de su iglesia, entonces yo debo ser tan valioso como el oro, y brillante como el diamante a los ojos de Dios.”  Y por supuesto tenía razón en pensar así.

Versículos para memorizar:

 

“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.  Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.”

--Exodo 25:8-9

 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.  Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.”

--Romanos 8:9

Preguntas:

1.      Nombre tres de las cosas que Dios les dijo a los israelitas que pusieran en el tabernáculo.  Ex. 25:10; Ex. 25:17; Ex. 25:23

2.      Dios dijo que viviría en el tabernáculo.  Ex. 25:8

Falso     o     Verdadero

3.      Los israelitas tenían un sumo sacerdote que era un hombre común.  ¿Quién es nuestro sumo sacerdote en la actualidad?  He. 9:11

4.      ¿En dónde habita Dios en la actualidad?  1 Co. 3:16; Mt. 18:20

5.      La iglesia de Cristo está formada de:

a. gente

b. piedras

c. partes del tabernáculo.

Co. 3:16; 1 Ti. 3:15

6.      ¿Qué cosa sienten ustedes al saber que se nos compara a algo valioso, al formar parte de la iglesia de Cristo?

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